17 de febrero de 2023
Aunque la energía de fuentes fósiles es la más usada en el mundo, es también la más cara y contaminante. El día de hoy veremos cuáles son los tipos de fuentes de energía más sostenibles, económicas y prácticas.
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Aunque hay múltiples tipos de energía, la generación eléctrica en nuestros hogares y empresas es la menos sostenible para el planeta. La energía proveniente de la combustión de derivados fósiles contamina a un ritmo que es hoy en día incompatible con la conservación ambiental.
Además, la infraestructura necesaria para que estos grandes complejos industriales generen electricidad es, a su vez, la más costosa. Estos costes operativos gigantescos se ven reflejados invariablemente en lo que pagamos mensualmente por electricidad y gas.
Sin embargo, la ingeniería ha demostrado que es posible generar electricidad a partir de fuentes alternativas más acordes con el desarrollo integral. La ONU y los diferentes organismos ambientales mundiales han puesto el foco en la implementación de fuentes de energía alternativa. Esta ha sido identificada como una de las metas más importantes en el corto y largo plazo.
La energía eólica, hidráulica, a partir de biomasa y, especialmente, la energía solar, han dejado de ser posibilidades para convertirse en realidades. En un número cada vez más creciente de países, el uso de los tipos de fuentes de energía renovables es hoy en día una opción viable para la población.
Veamos algunas de las energías con mayor y mejor aplicabilidad en nuestro desarrollo industrial, comercial y doméstico. Estas son las alternativas energéticas que mayor número de beneficios económicos, ambientales y prácticos nos aportan.
Necesitamos energía para nuestro desarrollo, esto es un hecho innegable, insustituible y cada vez más creciente. A medida que la humanidad crece en número y en necesidades de recursos, el consumo energético se multiplica en proporción directa.
Las fábricas, servicios y producción de bienes se mueven con una demanda cada vez más creciente de energía para su operación. Las máquinas que hacen los productos que consumimos, la producción alimentaria y la cadena de servicios para nuestro confort tienen una sed insaciable de energía.
Pero, ¿de dónde sale esta energía que consumimos cada vez que enchufamos un equipo, encendemos la calefacción o cocinamos nuestros alimentos? Actualmente, la mayor proporción proviene de la energía de combustibles fósiles, es decir, de derivados del petróleo.
La energía fósil o de carburantes proviene del procesamiento industrial del petróleo que convierte a este bitumen en gasolina, gasoil o gas licuado de petróleo. Estos combustibles alimentan grandes generadores eléctricos que producen electricidad para hogares e industrias.
En algunas regiones, se han construido grandes complejos hidroeléctricos que usan la potencia del agua para mover macro turbinas que generan electricidad. Esta energía hidroeléctrica se produce mediante la construcción de grandes diques que represan el cauce de los ríos para generar el flujo necesario.
Las energías nucleares utilizan la fusión de átomos de elementos radioactivos para ebullir grandes masas de agua que movilizan generadores. Esta fusión se hace en complejos nucleares controlados y con una estructura gigantesca.
Otro tipo de energía muy común en la actualidad es la termoeléctrica. En ella, se eleva la temperatura del agua hasta el punto de ebullición para la generación de energía que moviliza generadores para así crear electricidad.
El gran problema de los tipos de fuentes de energía usados actualmente es su increíble degradación medioambiental. Todos estos complejos industriales generan grandes masas de gases de efecto invernadero y producen toneladas de desechos sólidos que afectan el aire, el suelo y las aguas.
Además, suelen modificar sus propios entornos con una estructura de transmisión que contamina el ambiente en su paso hasta nuestros hogares. Este tipo de generación energética tiene en jaque a la conservación ambiental con un coste incalculable para las próximas generaciones.
Por ello, todos los países del mundo y particularmente la UE han propuesto planes de abastecimiento energéticos alternativos. El uso de energía renovable encabeza estos cambios propuestos hacia un mundo más limpio y con mejores capacidades de crecimiento.
Los tipos de fuentes de energía alternativas utilizan recursos naturales renovables para generar electricidad y gas con un menor impacto ambiental. Adicionalmente, los recursos utilizados no depredan la naturaleza y suelen generar menos desperdicios con una generación de gases de efecto invernadero en menor proporción.
Algunas de las fuentes alternativas de energía de mayor viabilidad técnica son:
Esta utiliza la fuerza del viento para mover generadores eléctricos que se nutren de un recurso disponible de manera abundante en la naturaleza. Sin embargo, requieren de grandes estructuras costosas y no aplicables de manera universal.
La fuerza del caudal del agua de ríos y masas de agua puede mover generadores eléctricos con una gran eficacia en la producción eléctrica. Pero, invariablemente, requieren de una modificación en los cauces de los ríos con afectación a la vida silvestre.
La combustión de recursos no petroleros como el etanol o los derivados alcohólicos de la descomposición natural puede generar energía. No obstante, crean gases contaminantes y se requiere de un procesamiento industrial que no es 100% ecológico.
Como vemos, la viabilidad de algunas fuentes alternativas de energía es muy cuestionada como agentes sustitutos de la energía convencional. Asimismo, los grandes costes operativos y de arranque de estos proyectos los hacen inviables en muchas regiones. Entonces, ¿cuál puede ser la alternativa?
La energía fotovoltaica ha surgido como la respuesta viable, económica y de aplicabilidad en el corto plazo más idónea ante nuestros problemas energéticos. En cualquier inmueble o espacios inutilizados, se pueden instalar placas solares con una generación de energía suficiente, verde y 100% viable.
Cualquier tejado puede convertirse en un centro de producción energética que suple en gran medida las necesidades de consumo. A nivel doméstico o industrial, la energía generada por el sol puede abastecer a una muy buena parte de la población mundial.
Ahora que ya conoces los tipos de energía, es importante que sepas que España lidera en Europa la generación de energía solar con una de las mayores potencialidades mundiales de energía fotovoltaica. Empresas instaladoras como ACCIONA Energía hacen posible que cada vez más particulares e industrias se pasen a esta forma alternativa de energía.
Con una instalación económica y 100% amortizable en el corto plazo, la autogeneración y autoconsumo solar es una realidad cada vez más presente en nuestras vidas. Tu casa u oficina puede reducir su consumo de energía contaminante mediante una instalación que suma cada vez más beneficios.
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